La aceleración de la digitalización de los negocios y del modo de vida de las personas, así como la consolidación de tecnologías disruptivas -como el internet de las cosas (IoT) y el edge computing – han generado una demanda de procesamiento de datos sin precedentes.
A efectos de análisis, se espera que el volumen de datos generados este año alcance los 97 zettabytes (ZB), según cálculos de la empresa alemana de investigación Statista. Este volumen es 15 veces superior al de hace diez años y algo más de la mitad de la estimación para 2025: 181 ZB.
Desde el punto de vista empresarial, este contexto está ejerciendo una fuerte presión sobre la demanda de infraestructuras de procesamiento de datos cada vez más sofisticadas, robustas y eficientes. Entornos de misión crítica de alta disponibilidad, con seguridad y elasticidad para satisfacer las demandas de la economía digital.
Sin embargo, desarrollar un parque tecnológico con este fin o incluso externalizar la tarea requiere la elección de socios especializados cuyas prestaciones hayan sido probadas y aprobadas por el propio mercado.
Valor de los Datos
En una economía digitalizada, invertir en centros de procesamiento de datos eficientes es invertir en el propio futuro de una empresa.
La dependencia de los conocimientos generados por la data analytics es cada vez mayor al frente de las grandes empresas. En junio de este año, la agencia S&P publicó la encuesta anual «Voice of the Enterprise» (La voz de la empresa), que demuestra esta relación. Según el documento, el 70% de los encuestados afirma utilizar los datos en «casi todas» o «la mayoría» de las decisiones estratégicas de sus empresas.
Otro estudio – «The data-driven enterprise 2025» –, de la consultora McKinsey afirma que los workflows y las interacciones seamless entre personas y máquinas dentro de las organizaciones se convertirán en algo tan habitual como hacer el balance financiero. Y que la mayoría de los empleados utilizarán los datos para mejorar casi todos los aspectos de su trabajo.
Como tal, el centro de datos junto con las aplicaciones y la inteligencia artificial se han convertido en los nuevos cerebros de las empresas: un entorno vital que necesita contar con alta disponibilidad, seguridad y capacidad elástica – ya sea on premise, en la periferia, IoT o en la nube – para garantizar que las operaciones funcionen a pleno rendimiento.
Pero, ¿cómo garantizar el máximo rendimiento, eficiencia energética y protección de datos al gestionar estos centros de datos?
Riesgo Inminente
El inevitable crecimiento del uso de datos pone sobre la mesa la necesidad de una gestión más eficaz de los centros de procesamiento. El objetivo es garantizar un rendimiento optimizado de sistemas y equipos, reducir el consumo de energía, disminuir el riesgo de downtime en infraestructuras y mitigar los impactos negativos en situaciones de crisis, con respuesta y recovery en el menor tiempo posible.
Una mala toma de decisiones puede causar importantes daños financieros y de reputación a una marca.
Esto es lo que le ocurrió a una importante aerolínea británica en 2017. Un error humano en la gestión del centro de datos de la empresa provocó la caída de la infraestructura, impidiendo que cientos de aviones despegaran de los aeropuertos londinenses de Gatwick y Heathrow, y dejando a 75.000 pasajeros sin comunicación con la empresa. Las indemnizaciones económicas derivadas de este episodio alcanzaron los 100 millones de dólares.
El informe Outage Analysis Report 2022, del Uptime Institute, mide la frecuencia y los daños causados por estas incidencias:
- 1 de cada 5 organizaciones consultadas confirmó haber sufrido episodios «graves» o «severos» de perturbación en los últimos tres años;
- El 80% de los gestores y operadores de data centers experimentaron algún grado de downtime entre 2020 y 2022;
- El 60% de las empresas tuvo pérdidas de al menos 100.000 dólares, un 39% más que en 2019. En cuanto a las que perdieron más de 1 millón de dólares, el volumen de empresas creció del 11% al 15% en el periodo;
- El 40% de las organizaciones que sufrieron »outages» señalaron el fallo humano como causa principal. De este total, el 85% de los sucesos estaban relacionados con el incumplimiento de los procedimientos o con procesos inadecuadamente desarrollados.
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Planeamiento y Gestión
Para evitar interrupciones imprevistas de la infraestructura de procesamiento de datos y garantizar su máximo rendimiento, es esencial invertir en una estrategia profesionalizada de planificación y gestión.
Esto implica la contratación de empresas realmente capacitadas para realizar este tipo de servicios, con profesionales altamente cualificados y experiencia contrastada en el mercado.
Entre las premisas básicas de esta asociación están la garantía de una amplia asertividad de las inversiones realizadas por el cliente, la implantación de un proceso de mejora y actualización continua del entorno físico y lógico, proporcionando una monitorización ininterrumpida del data center y poniendo a disposición equipos de intervención y respuesta para situaciones de riesgo originadas dentro o fuera del data center.
Esto se debe a que, a menudo, el reto también viene impuesto por factores externos. En septiembre de este año, una ola de calor en California (EE.UU.) provocó la interrupción total de uno de los centros de datos de Twitter en Sacramento. Además de poner a prueba la resistencia del entorno informático de la empresa, el episodio también cuestionó la capacidad de los equipos de trabajo internos para anticipar y ejecutar respuestas ante fenómenos meteorológicos extremos.
green4T es pionera en Brasil y América Latina en ofrecer a sus clientes Servicios de Data Center: soluciones para máxima disponibilidad de ambientes de misión crítica, con implementaciones personalizadas y agnósticas, apoyadas por un Centro de Excelencia – con expertos senior conectados 24/7, tecnología para monitoreo en tiempo real y cobertura en América Latina – equipos de intervención meteorológica y la más completa colección de componentes y repuestos originales de Brasil.
Además, la empresa ofrece Life Extended: un servicio que prolonga de forma segura la vida útil de los equipos más allá del plazo original del fabricante, optimizando las inversiones realizadas en el parque tecnológico y mitigando el impacto medioambiental causado por la eliminación anticipada de piezas y componentes.
También existen acciones para la supervisión completa de todos los niveles del centro de datos a través del software DCIM y de IT Moving, cuando se determina la migración del entorno crítico a otra ubicación.
La gestión total del ambiente de TI, en su aspecto físico y lógico, también puede ser dirigida a green4T, siguiendo normas y criterios técnicos y de calidad altamente exigentes, buscando el mejor rendimiento y la máxima disponibilidad del centro de datos con ON IT Management and Ongoing.
Cabe destacar que toda la estructura modular del centro de datos también puede contratarse «as a service«.
Desde el punto de vista de calificación, somos la empresa del sector en todo el continente latinoamericano con más implementaciones e instalaciones certificadas por el Uptime Institute. En diciembre de 2022, recibimos del mismo instituto la Certificación ASA – Asesor de Sostenibilidad Acreditado. El título califica a la empresa como la única del sector de TI en América Latina capacitada para ofrecer un programa integral de sostenibilidad a sus clientes.
Otro factor que atestigua el alto estándar de Data Center Services está explícito en los contratos que hemos atendido: agencias gubernamentales, área de defensa, empresas de sistemas financieros, industrias de petróleo y gas, entre otros clientes cuyos protocolos de contratación están entre los más estrictos del mundo.
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Eficiencia Energética
Además de la planificación completa de la infraestructura de procesamiento de los clientes y la gestión de los centros de datos, green4T también ofrece soluciones que pueden reducir el consumo energético de los centros de datos hasta en un 60%.
Mediante la aplicación de un Plan de Acción Multidisciplinar (MAP), es posible optimizar el uso del espacio físico, el rendimiento de los equipos y virtualizar el entorno para hacerlo más eficiente y sostenible.
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Una vez consolidado, este viaje se traduce en una reducción de la Power Usage Effectiveness (PUE): una relación más positiva entre el gasto energético mínimo necesario para procesar los datos y la energía realmente utilizada por el centro de datos.
Por último, esta estrategia colabora con la alineación de la empresa con la agenda ESG (Environment, Social and Governance), dirigiendo los esfuerzos corporativos a garantizar la longevidad del negocio en la próxima era de la economía baja en carbono.
Invertir en una gestión eficiente y profesional de los centros de datos es, por tanto, la estrategia más asertiva para potenciar su rendimiento, asegurar el uso adecuado de los recursos, construir un camino hacia la eficiencia energética y, por último, garantizar la generación de insights de calidad para la toma de decisiones corporativas.
Un juego complejo y grandioso, en el que intervienen muchos aspectos clave. Un juego que exige la escalada de los mejores jugadores sobre el terreno para obtener la mayor disponibilidad y sostenibilidad de toda la operación.